Para algunos el “No” del Centro Democrático es una nueva batalla del expresidente Álvaro Uribe Vélez contra el presidente Juan Manuel Santos; otros consideran que se trata de la resistencia manifiesta en contra de proceso de paz; otro grupo cree que es el libre derecho del ejercicio de la democracia; y quizá el resto no ha entendido por qué el partido liderado por un senador del Gobierno actual y exmandatario colombiano tomó la decisión de irse lanza en ristre contra el mecanismo que busca refrendar los acuerdos de paz que se han alcanzado con las Farc en La Habana, Cuba.

Las respuestas a esas dudas las despejó el mismo Uribe en la noche de este martes cuando en un acto público oficializó su posición y anunció que Óscar Iván Zuluaga, Carlos Holmes Trujillo e Iván Duque liderarán la campaña del “No”. 

Para Uribe, quienes impulsan el “Sí” pretenden que la ciudadanía vote “a partir de suprimir el derecho eficaz a la abstención, que carecerá de espacios oficiales de publicidad”.

Frente a esto, expuso sus motivos por los que el “No” debe ganar y una vez más calificó el mecanismo como “ilegítimo”. 

Estas son las 18 razones -textuales- que alega el partido: 

1. El Plebiscito es ilegítimo porque solamente trae una pregunta y baja el umbral del 50% al 13%, con la disculpa que será por una sola vez y con el precedente de que después harán algo parecido para el ELN, las bandas criminales o cualquier invento dictatorial. 

2. Es ilegítimo que con una sola pregunta prohíbe a los ciudadanos decir que quieren la paz, pero rechazan la impunidad. 

3. Plebiscito ilegítimo que con una sola pregunta utiliza el estandarte cautivante de la paz para que en su nombre los ciudadanos tengan que aceptar condiciones al terrorismo generadores de nuevas violencias. 

4. Aprobar el ilegítimo plebiscito no evita la decisión del Gobierno de sumarle más impuestos a una comunidad agobiada por una administración presidencial incapaz de rectificar a fondo, que cambió la confianza de inversión por el populismo tributario y abandonó el diálogo popular por la claudicación ante el terrorismo.

5. Negar el ilegítimo plebiscito daría luz verde a restablecer la confianza de las Fuerzas Armadas de la Democracia, necesaria para recuperar la seguridad, a través de un alivio judicial para sus integrantes.

6. Aprobar el ilegítimo Plebiscito equivale a aceptar la impunidad total, que en lugar de disuadir al crimen lo consagra campeón y sienta el ejemplo para más y nuevas violencias.

7. El plebiscito  acepta que la política de género, de defensa de la mujer y de las minorías, se negocie con la FARC que se ha distinguido por la violación a la mujer y la destrucción de la familia.  

8. Para los delitos de lesa humanidad no hay reclusión, no hay sanción severa, no hay cárcel, no hay pena adecuada, lo que hace que la justicia disfrazada no sea justicia. 

9. Votar No al ilegítimo Plebiscito es evitar la elegibilidad política de criminales responsables de delitos de lesa humanidad, es evitar que quienes asesinaron a la comunidad de Bojayá se conviertan en sus autoridades.

10. Votar Sí al ilegítimo Plebiscito es aceptar que FARC, el tercer grupo terrorista más rico del mundo, no aporte un solo centavo para reparar a las víctimas, haga política con caudales de dinero ilegal y compre las armas que remplacen a las entregadas. 

11. Votar si al ilegítimo Plebiscito es labrar un porvenir entre el mínimo progreso o la destrucción como en Venezuela, donde hay más pobreza que en 1998 cuando empezó el Socialismo Siglo XXI, doctrina política que en Colombia el terrorismo no pudo imponer por las vías del asesinato y del secuestro. 

12. Votar No al ilegítimo plebiscito es notificar al Gobierno que el agravamiento de los problemas nacionales, a consecuencia de sus decisiones, no se soluciona dejando a Colombia bajo conducción de la FARC. 

13. Votar No al ilegítimo Plebiscito es iluminar el camino del progreso social de la Nación a través de la seguridad, el empuje del emprendimiento privado incluyente e innovativo, todo acompañado de educación universal, de calidad, y de la transparencia en la actividad pública y privada. 

14. Decir “No” es iluminar el camino de la solidaridad que es la pareja inseparable del crecimiento económico.  

15. Votar No al ilegítimo Plebiscito es rechazar que el Gobierno y la FARC se auto designen constituyentes, con la aprobación previa del Congreso a la pretensión de elevar los acuerdos a Norma Constitucional inmodificable.

16. Negar el ilegítimo Plebiscito permitirá escribir una memoria histórica que reconozca, como dijera Alberto Lleras, que la Nación "ha tenido ruinas y cimientos, que nuestros padres han vivido, trabajado y sufrido sobre ella”.

17. Votar No al ilegítimo Plebiscito  y reorientar el diálogo contribuiría a dar confianza a ciudadanos, que por obra del Gobierno y temores a La Habana, emprenden viaje al extranjero, con sus haberes, además.

18. Negar el ilegítimo Plebiscito permite reorientar el diálogo, darle garantías a la Nación entera y también a la FARC.